martes, 4 de septiembre de 2012

INGLATERRA, EN TINIEBLAS (II)


El fútbol gira en la “órbita del
Teacher” Herbert Chapman

El amor y desamor de la FA con la FIFA. Encuentros y desencuentros que significaron un aislamiento prácticamente total de las Islas Británicas con el resto del mundo. Las primeras desavenencias llegan en 1904, tras la fundación de la FIFA en Francia. La FA no reconoce a dicha Federación, teniendo en cuenta que la FA es la pionera en este deporte. Pero el año siguiente a regañadientes se inscribe. Su idilio –1905/1920– dura exactamente 15 años, porque rompe nuevamente con el organismo mundial en 1920, ante las discrepancias entre amateurs y pross en los JJOO defendida igualmente por el COI. Cuatro años más tarde vuelve al redil de la FIFA (1924) cuando la Federación Internacional se hace cargo de la organización del football en las Olimpíadas de París y denomina a la competición con el rango de campeonato del mundo.
La FA y la FIFA siguen sus desencuentros y los ingleses se retiran de la Federación Internacional en 1928, antes de los JJOO de Amsterdam. A partir de ahí, Inglaterra no participa en las tres primeras Copas del Mundo disputadas en Uruguay, Italia y Alemania. (1930-34-38).Los ingleses vuelven a afiliarse a la FIFA en 1946, un año después del fin de la Segunda Gran Guerra (1938-1945).  


Por Miguel Miró
Inglaterra está casi dos décadas aislada del fútbol mundial.
Este pequeño y gran detalle unido, claro está, al “crash” económico de 1929 y I/II Guerra Mundial, se pueden entender las causas. El por qué no se conocieron las innovaciones y progresos de Herbert Chapman en Europa durante su etapa como entrenador en cuatro equipos en Inglaterra (1907-1934). Igualmente sus continuados éxitos en el Northampton Town, Leeds City, Huddersfield Town y Arsenal. Un período experimental y exitoso en Gran Bretaña, aunque discutido y criticado, aún se mantiene vivo a pesar de los años.
Chapman ha sido un visionario y pionero del fútbol que estructuró y cambió el fútbol y sus acertadas variaciones siguen girando en la órbita del fútbol mundial.
La FA (Football Association), que se distingue de las demás asociaciones deportivas de todo el mundo porque no pone el sello de ningún país. Una forma sutil de recordar con énfasis quién es la Federación “madre” del fútbol. Lo mismo sucede con la International Football Association Board (IFAB) fundada en 1886 por la FA. Un ente que se ocupa de las reglas del juego y que sigue vinculada a la FA.  
Sin embargo, los dirigentes de la FA mantuvieron siempre su flema, rigidez, y obcecados a todos los cambios que se producen durante varias décadas. Los clubes ingleses, por otro lado, sí utilizan el sistema de la WM de Chapman, después del éxito abrumador del Arsenal y sus victorias en la entonces First Division League.
En cambio, la selección se quedó estancada en sus laureles olímpicos que, por sus amores y odios con la FIFA, sufre un gran “varapalo”. El máximo organismo sólo reconoce  uno de los tres títulos olímpicos conseguidos por Inglaterra. 
Según FIFA y COI, consideran que el fútbol es un deporte de exhibición en los Juegos de 1900 y 1908, según data en ambos estamentos. Además, Inglaterra presenta al Upton Park FC y el Galt FC, en representación de la selección inglesa. Un tema similar si cabe trasciende con las primeras dos temporadas de la Copa de España de fútbol. La FIFA no las reconoce como competiciones oficiales ni tampoco a sus respectivos campeones.

SU LEGADO: AUSTRIA
La FA no sabe aprovechar los progresos de Chapman, pero sí uno de los viejos amigos del técnico inglés, el austríaco Hugo Meisl que irrumpió como una “celebridad” en toda Europa con la selección de su país. El llamado “Wunderteam” de la década de los años treinta. Su amistad le proporciona un éxito asombroso. No sólo por sus giras (algo que Chapman recomienda a la selección inglesa), sino también porque Austria “asombra” con un equipo de ensueño y entre sus estrellas el llamado “Mozart del fútbol”, Mathias Sindelar.
En tres años el team maravilla consigue en 31 matches unos promedios impresionantes. El más destacado: 102 goles. Un total de 28 victorias, un empate y dos derrotas. Y se clasificó “sobrado” a la Copa del Mundo de Italia (1934). Su fútbol y sus variantes sorprendieron a los aficionados y técnicos de la época. Austria conseguiría el bronce (tercer lugar) en la clasificación del mundial trasalpino.
Meisl, el técnico mayor valorado en la Asociación de Fútbol de Austria, en contra de lo que suelen hacer otros entrenadores, reconoce que su “secreto” mejor guardado se lo había dado su amigo Herbert Chapman. Sin complejos y sin que se lo preguntaran, ponía en el altar al célebre manager inglés.


CHAPMAN: SUS FRASES
Herbert Chapman se despierta muy temprano. Antes de los entrenamientos planifica y dibuja las jugadas. Las distintas variantes según el rival que tocaba. Las ideas brotan como un manantial en su cabeza. El manager inglés tenía muchas virtudes. La principal, la planificación. Igualmente la habilidad para hablar y convencer, sus métodos siempre son todos originales como la forma de ver el fútbol en todo su esplendor.
Además, tiene ojo clínico para elegir a los jugadores. Prefiere ante todo el orden y la disciplina. Busca siempre la precisión en los pases antes que regalar el balón.
“No es necesario jugar bien al fútbol. El equipo debe tener su objetivo. Ese objetivo es indudablemente los puntos en juego. La medida de su habilidad bien, puede tener su lucidez, pero lo que más se juzga es la posición del equipo en la tabla de posiciones”.
(Lo que aclaraba el manager inglés que es muy difícil jugar al 100% cada partido. También juega el rival y las circunstancias. Considera importante los puntos al juego vistoso. Y la prensa exige más, siempre al que marcha a la cabeza de la tabla.)
“Los campeonatos de Liga se ganan en campo del adversario”
(Parece algo normal en nuestros tiempos. Pero además de decirlo, prepara los encuentros fuera como si se tratasen de una final. También sería una novedad perder muchos partidos fuera y ganar la Liga.)

 
“No hay estrellas en el team, el team es la estrella”
(Chapman tenía estrellas, pero consideraba que el fútbol se trataba de un trabajo de todo el equipo. De coordinación entre todos y no de individualidades. “Esto no quiere decir que frene la inspiración personal, algo innato en el jugador habilidoso”)
“Me preocupo por todas las líneas, pero por lo general trato de blindar la defensa. ¿Por qué? Un gol puede perturbar el juego de todo el equipo. Y la mentalidad de los jugadores suele ser muy frágil. Nos pueden marcar goles, pero hay que evitar que no sean más de dos”.
(Lo consiguió en el Huddersfield. Ganó la Liga con un promedio altísimo en defensa. Ninguno de los matches superó los dos goles en contra)
“Una cuestión es el sistema y otro el plan de juego”
(El sistema lo denominaba como “un paraguas”, para mantener el orden y la disciplina. Con respecto al plan de juego, que también le denominaba tácticas, se trataba de la combinación y la movilidad de los jugadores dentro del terreno de juego.)
“Los jugadores predominantes en el juego son los insiders (interiores) y los  wingers (extremos). Ellos son los que organizan los ataques del equipo”
(Chapman le daba el mando a un interior retrasado y a un extremo. Sin embargo, él ya jugaba con relevos y la función del extremo –que hacía la diagonal– no tenía nada que ver con el fútbol de antaño. Su responsabilidad en el equipo fue muy superior.)
“El contraataque es un buen plan de juego. El momento más oportuno para usarlo suele ser inmediatamente después de repeler un ataque. El contrario se queda descolgado y descolocado en defensa”
(No usaba el contraataque por norma, formaba parte de sus variantes en el planteamiento del juego. No se debe olvidar que la preparación, en aquellos años es similar al rugby. Trabajaba con defensas, medios, delanteros y guardametas por separado en los entrenamientos.)
“Por lo general, siempre decido reforzar la defensa, pero mi intención es defender con cinco y atacar con siete”.
(En muchos equipos famosos, con rápidos medios y delanteros, se dio esta circunstancia. Atacar con siete. Por más exagerada que parezca la idea.)
“No me satisface la labor de los wingers (extremos). Correr por la banda hasta el fondo y lanzar centros. De diez jugadas, nueve gana el defensor adversario. Por eso lo cambié. Le hice entrar por diagonal hacia el centro para que tenga una mayor participación. La primera vez que lo cumplió dio resultado. Después marcó muchos goles”
(Precisamente cuando era jugador-entrenador en el Northampton Town. La orden de la dio en el terreno de juego. Tanto la diagonal del extremo como del lateral las probó ambas con buenos resultados. Sin embargo, Chapman consideraba que no es necesario hacerlo siempre. Solo en momentos puntuales del partido. Valoraba la sorpresa.)


CHAPMAN: SU FÓRMULA
Se le acusa de eliminar al “centrohalf” (mediocentro) al colocarle de “fullback” (zaguero central). Algo que no es verdad. Un año antes (1924) ya lo habían hecho tres equipos: el Newcastle, Queen Park y el Tottenham.
Chapman contrata a Buchan, de 34 años y le sitúa en esa posición por su experiencia en el juego. Después “modelaría” al verdadero stopper en ese puesto. Además, James (left half) en el Arsenal le convierte en un mediocentro más polifuncional. Incluso goleador. En muchos otros partidos es el organizador del equipo. No hay puestos fijos. Chapman exige flexibilidad en las posiciones en el campo y sobre todo movilidad, que ninguno estuviese estático.
Se dijo también que el sistema del WM se hace por el cambio de la regla del off-side. Tampoco es cierto. El sistema supone un “paraguas” y como tal se pueden hacer un sinfín de variantes, siempre en base a las características de los jugadores y a las tácticas trazadas.
Chapman lo tiene muy claro. Su fórmula consiste en cinco apartados: Sistema, Jugadores, Esqueleto, Tácticas y Plan de Juego.
Sistema. Siempre hay que tener un orden en el campo y así poder trazar las cinco líneas del equipo. Se trata de avanzar y ganar terreno, como asimismo retroceder cuando no se tiene el balón. Mejor en bloque que individualmente.
Jugadores. Siempre quiere conocer las cualidades y las características de los jugadores. Dicen que tiene un ojo clínico. Además, no se ficha a ningún futbolista sin verlo él en un partido.
Esqueleto. También se ocupa de elegir el esqueleto. El jefe o el líder en cada una de las líneas. Además se preocupa mucho que el guardameta hable y grite. Que todos se comuniquen en el campo. Cada uno de los líderes se puede sustituir en caso de lesión o cambios debido al planteamiento.
Tácticas y plan de juego. El manager cuenta con muchas fórmulas, muchas tácticas que podía cambiar durante el partido si se presenta la ocasión. El plan de juego siempre tenía un fin bien definido. “Los planes se hacen para ganar los partido”. Además, contaba con jugadas ensayadas. A balón parado o en movimiento.
Heberto Chapman sabía que “no es preciso una táctica, hay que tener más. Buscar distintas jugadas y procedimientos junto al movimiento coordinado del equipo”.
(Algo así como en el American Football. El quarterback recibe la instrucción desde el receptor en el casco: “Táctica número 53”. El jugador señala el número a sus compañeros. Todos ya saben el movimiento que tienen que hacer.)
Algo impensable en el fútbol, pero esto es uno de los adelantos que ya pretendía el visionario y futurista Chapman. Y lo tenía estudiado, para cambiar el plan de juego, según cada momento del partido.
A lo largo de los años se demuestra que la famosa WM es una caja de sorpresas. Es el paraguas con una variedad increíble de variaciones. 
Esto es lo que se ha hecho en este deporte desde que apareció un enigmático entrenador que revolucionó el fútbol. (continuará)
Izquierda, arriba; Arsenal años 30, sentado a la izquierda, Chapman. Izquierda, abajo: Chapman con su amigo Hugo Meisl. A la derecha, Herbert Chapman.

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